sábado, 9 de enero de 2010

Despidiendo tierras charras


Parecía que llegaba el momento, parecía que la etapa salmantina llegaba a su fin, pero no alcanza a verlo claro.
Ahora ya está, nos vamos.
Maletas preparadas, cajas por todas partes, muebles vacíos, postales fuera de las paredes, banderas, carteles, cuadros, adornos....todo dispuesto para emprender un nuevo viaje.
Quedan dos días para montar todo en la furgoneta alquilada y decir adiós a esta etapa.
Miro hacia atrás y pienso en cuantas cosas he vivido aquí; sin duda son muchas, pero no pienso en lo que dejo aquí , que es poco.(al fin y al cabo, todos se van)

Llegué a Salamanca con 18 años, y pasé 3 años maravillosos, llenos de experiencias nuevas, gente nueva, vida universitaria, fiestas, acercamientos a las asociaciones y movimientos estudiantiles, culturales y políticos, amores, encuentros, desencuentros, amistades fugaces y amistades duraderas...y me fui, con la maleta cargada de nuevos saberes y sentimientos, con la maleta cargada de ilusiones y sueños.
Se fueron cumpliendo, unos más, otros menos, pero se fueron cumpliendo.

3 años más tarde regresé a esta ciudad que me vió crecer y madurar, que me vió divertirme, enamorarme y soñar.
Empezaba una nueva etapa,en algunos aspectos mejor y en otros peor a la anterior, pero nuevamente empezaba con ilusión nuevos retos.
Me vi con 24 años de nuevo en la Universidad, con la misma ilusión que 6 años atrás, pero con la diferencia de lo aprendido en esos años y la dificultad añadida de encontrar un trabajo y una casa que convertir en hogar.
Y todo fue llegando, pasando de un trabajo a otro, contratos que en ocasiones implicaban sueldos bajos y en otras temporalidad reducida, pero siempre con ganas y con la ilusión de luchar por un futuro.
En la Universidad me fui ilusionando con la nueva carrera, pero más desmarcada de la actividad asociativa de la etapa anterior.
He ido viendo como la gente se iba, como nueva gente llegaba, pero curiosamente nadie se quedaba...

Ahora acaba esta etapa, no hay trabajo y la situación requiere cambios, que asumo con ilusión y con la esperanza de encontrar un nuevo destino.
Quiero aprovechar para agradecer a todos los que me han hecho disfrutar de esta ciudad, los amigos que conocí aquí y que indudablemente estarán para siempre y los que no sé donde estarán pero que me hicieron vivir grandes momentos.
Me siento feliz de saber que aquí aprendí a crecer, a ver lo que significa la independencia, los retos de crecer, contenta de haberme acercado a movimientos que luchan por los derechos, haberme acercado a la vida política, a la cultura, a la vida nocturna.
Me siento feliz al recordar las tardes con unas jarras en el Macondo, con unos cafés en el Alcaraván, las noches de conciertos con un mojito en el Savor...
Quizás la ciudad no ha podido aportarme todo lo que cabe esperar de una ciudad que presume de ser ciudad cultural, universitaria, plural, etc..ya que la oferta es reducida y las oportunidades de empleo y de crecer profesionalmente son practicamente nulas, pero a pesar de eso, esta ciudad me ha aportado la oportunidad de conocer gente maravillosa y de vivir momentos fantásticos.
Ahora me despido de sus calles, de esos lugares en los que he reído con amigos, y de esos bares en los que pasamos horas y horas, y me despido para empezar algo nuevo, ya veremos si mejor o peor, pero con la ilusión y la felicidad de hacerlo con la persona adecuada, la persona por la que en su día volví y con la que ahora hago las maletas.

Hasta pronto Salamanca, ciudad carpetera!!!



4 comentarios:

  1. Otra víctima de la falta de oportunidades en nuestra ciudad!

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  2. Bueno, es lo que hay, ya conoces la realidad de esta ciudad.
    Pero bueno, seguiré activa y volveré de vez en cuando.
    Gracias por leerme ;)

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  3. Bueno, a pesar de la nostalgia de tus palabras no creo que el cambio sea por falta de oportunidades sino todo lo contrario, por nuevos proyectos y avanzar en la vida. Lo que pasa que siempre que se hacen las maletas y se dejan las paredes vacias da un poco por el culo... ¡Os deseo que todo salga como habeis planeado, y luego seguir planeando! y ¡FORÇA al CANUT!

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  4. Quién sabe si va a resultar que pronto volveréis los dos por estas tierras ignotas...
    De todas maneras, ya sabes que siempre nos quedará el Macondo, niña.
    Un beso enorme!

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